Entrevista a Eva Lara: “Aranjuez es un lugar lleno de magia”

Eva Lara, escritora cordobesa con dos novelas publicadas y una extensa obra inédita, presenta en Consumo “El Espejo de Fernando” y “Espacios rotos”. También nos habla de su próxima obra, ambientada en Aranjuez.

“El espejo de Fernando” se desarrolla en el siglo XIII. ¿Le resulta complicado situarse en una época tan lejana?E.L.: La verdad es que me siento más cómoda situándome en el pasado; me gusta mucho documentarme a fondo para no perder detalle y, al menos durante algunos meses, trasladarme en el tiempo y “vivir” lo que podría haber sido la época que me interesa. Sorprende ver cuántas cosas apenas han cambiado, algunas de las costumbres que vienen de tan lejos han perdido mucho de su sentido, pero se mantienen por inercia o por tradición. Por otra parte, la gente de entonces veía el mundo de otra forma pero las pasiones, las búsquedas, los miedos y las esperanzas han existido siempre.

El personaje de Fernando está lleno de fuerza y misterio. ¿Cómo llegó a crearlo?
E.L.: La creación de un personaje tiene mucho que ver con el entorno del autor; coges unos rasgos de aquí, un temperamento de allá, le pones un físico determinado y lo echas a volar. Fernando se construyó a base de pasiones y enigmas, quizá por eso tiene tanta fuerza y misterio. Hay personajes reales en esta obra, pero él es producto de mi imaginación.

Sus novelas contienen una buena dosis de magia. ¿Cree que es un ingrediente vital en la creación de una novela de misterio?
E.L.: Eso dependerá del tipo de misterio... en mi caso siempre introduzco un poco de magia porque creo que ésta siempre está a nuestro alrededor, aunque a veces no nos demos cuenta. En “El espejo de Fernando” es más esotérica, más diabólica, porque se trata de un mundo mucho más supersticioso y oscuro; en “Espacios rotos” es más enigmática y con una pizca de mitología, pero en el fondo se trata de lo mismo: esas cosas que están ahí y que apenas somos capaces de atrapar.

“Espacios rotos”: sitúa a sus personajes en el Berlín de 1938. ¿Por qué ese momento?
E.L.: Siempre me ha intrigado la época de entreguerras, especialmente el clima social. Elegí Berlín porque me parece una ciudad emblemática de todo lo que pasó; Berlín fue el botín y quedó hecho cenizas. Me preguntaba qué sentiría la gente en una época tan inestable y llena de emociones, y me pareció un telón de fondo perfecto para esta historia.

Hay mucho cine en esta novela, ¿es otra de sus pasiones junto con la literatura?
E.L.: Sí, así es. Tuve una época de fascinación por el cine de principios del siglo XX, y los personajes van mucho en esa onda. Pero no sólo hay cine ahí, la novela es toda ella muy visual, quise que fuera así para que la forma y el contenido tuvieran coherencia, para que fuera casi como una película.

Y después de estas dos novelas, ¿tiene ya preparado algún proyecto?
E.L.: Por supuesto, siempre estoy escribiendo. La última novela terminada, “Escombros”, me gustaría que saliera este invierno, y ya he empezado la siguiente, “El guardián del umbral”, que por cierto está ambientada en Aranjuez.

¿Por qué Aranjuez?
E.L.: Bueno, la primera vez que visité este sitio me pareció que sería un escenario estupendo para una novela y durante mucho tiempo me rondó la idea de escribir algo aquí. Creo que es un lugar lleno de encanto y de rincones mágicos; por ejemplo, el Jardín del Príncipe sirvió para diseñar la portada de la última novela de una buena amiga escritora, Sara Brassó (“El Brazalete”), que es muy mágica. Ahora que me he trasladado aquí es el momento idóneo para aprovechar las posibilidades literarias de Aranjuez, que son muchas.

Esperamos entonces el lanzamiento de “El guardián del umbral”, gracias por dedicarnos tu tiempo, Eva.